Chronica, Vol. 2, Núm. 2, enero-diciembre 2023, ISSN 2953-3376, pp. 148-150
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Diálogo con Ricardo Zatti*
Entrevista por Luciana Caprini
Equipo de Comunicación Inspectorial ARN
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Ricardo Zatti
Me voy a presentar. Yo soy Ricardo Gabriel Zatti, sobrino nieto de Artémides. Dos meses después que fallece, mi madre me concibe. De allí el parecido físico exterior que tengo; aunque suelo mencionarles a quienes me lo recuerdan, que yo me quiero parecer mejor por dentro y eso es difícil, es difícil. Realmente me pone muy contento. Yo heredé de él el canto, soy peregrino y salmista, me acompaña mucho el canto y, sobre todo, los salmos. En el año 2002, año de la beatificación de Artémides, rezábamos una oración de intercesión y con la inspiración del Espíritu Santo, compuse una melodía para esa oración. Ella dice (canta):
Señor Jesús, tú llamaste a Don Zatti salesiano coadjutor para servirte en los pobres y necesitados. Tú le diste la fuerza para entregarse con alegría y sin descanso a sus hermanos enfermos. Tú lo hiciste un hombre bueno que supo vivir fielmente tu Evangelio en el trabajo cotidiano y en el sacrificio escondido; te pedimos la alegría de verlo brillar en el cielo de tus santos y de dar también nosotros testimonio de tu luz. Te pedimos por su intercesión la gracia de perseverar en la fe para gloria tuya y de tu fiel coadjutor.
Entrevistadora
En este canto, resumís las características de la santidad de Artémides, y en esto que decís que, por ahí, es difícil intentar ser como él.
Ricardo Zatti
Es difícil, pero no imposible. Sabemos que él nació de nuevo, después de haberse contagiado de tuberculosis. Parecía que ya no tenía recursos de salvación, pero el Padre Garrone, le dijo: “Promete a María Auxiliadora, dedicarte toda tu vida a los enfermos y Dios te va a conceder la salud”. Y así fue, él tenía mucha confianza en el Señor y vio la posibilidad de entregar su vida a los enfermos. Velar por la salud de los enfermos. Y esto, en primer lugar, lo llevó a que Dios le devolviera la salud. Esa posibilidad de mirar primero por el bien del otro, nos trae nuestro propio bien. Es lo que contaba anteriormente mi hermano hablando de Mariquita, su sobrina, Hija de María Auxiliadora. Ella recibió muchas gracias de Artémides. Una vez, ella me contó que Artémides le dijo: “Cuando te vayas al cielo, no te olvides de ponerme en tu bolsillo, así voy yo también con vos.” “No –le dijo a Artémides– no, vos te vas a ir al cielo por tus propios méritos.” Hay anécdotas muy lindas. Se carteaban mucho con sus padres, especialmente con su madre. Ellos tenían un lugar particular de encuentro y una hora significativa.
Entrevistadora
Y él lo hizo desde su rol de enfermero. ¿Tendrá seguidores en la familia?
Ricardo Zatti
Sí, uno de mis hermanos mayores. Yo lo admiraba porque una parte del tío la supo seguir con mucha vocación. Pero cada uno de nosotros, desde su lugar, aportó su cuota de semejanza con él.
* Perteneciente a la serie de entrevistas realizadas a dos sobrinos de San Zatti durante julio de 2022, previo a su canonización.