Chronica, Vol. 3, Núm. 3, enero-diciembre 2023, ISSN 2953-3376, pp. 108-110

 

Esta obra se publica bajo licencia Creative Commons 4.0 Internacional.

(Atribución - No Comercial - Compartir Igual)

 

 

 

Fernández, Ana María, Isleñas. La crónica de las Hijas de María Auxiliadora en la Casa de Malvinas 1907-1942. Texto integral. 1a. edición bilingüe. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Ediciones Don Bosco. 2023, 288 páginas

 

 

 

 

Pamela Alarcón

Archivo Histórico Salesiano de Argentina Sur (AR-AHS ARS) Sede Bahía Blanca, Argentina

palarcon@donbosco.org.ar

 

Ana María Fernández, religiosa Hija de María Auxiliadora, es profesora en Castellano y Literatura (Profesorado Sagrado Corazón-Buenos Aires) y Doctora en Teología Espiritual (Pontificia Facultad Teresianum-Roma). Docente en el Curso de Espiritualidad del Instituto Hijas de María Auxiliadora (Roma). Miembro del ACSSA-A. Anteriormente a Isleñas publicó Con letra de mujer. La crónica de las Hijas de María Auxiliadora en la misión Nuestra Señora de la Candelaria, Tierra del Fuego, Argentina ‒traducción, introducción y notas‒ (Buenos Aires, 2014); Mujeres de la primera hora. Crónica del Colegio María Auxiliadora de Río Gallegos, Santa Cruz, Argentina (Buenos Aires, 2021) El último libro publicado es En nuestra lengua. Cartas de María D. Mazzarello en español de América ‒traducción y revisión de notas‒ (Buenos Aires, 2024).

Sus libros se caracterizan por presentar las fuentes, que son las crónicas de las FMA en su lugar de misión, en el idioma original, traducido y enmarcado con un aparato crítico que permite al lector comprender el contexto y el sentido de las mismas. 

Este libro, Isleñas, toca un tema sensible para la Argentina porque las hermanas estuvieron varias décadas en este territorio, invadido por el gobierno británico.

La presencia de las Hijas de María Auxiliadora en las islas, desde 1907 hasta 1942, se caracterizó por su labor educativa, impartiendo clases a niños y niñas, católicos y protestantes, en español, italiano e inglés. Toda esta mixtura ya era impensada para el instituto. Las hermanas dieron las clases normales y además agregaron un gabinete de física, un museo, clases de dibujo (dictadas por el padre Migone), piano, bordado, e idiomas. Hacían paseos campestres y en situaciones muy particulares aceptaron algunas niñas internas porque sus familias trabajaban en el campo.

Un episodio que ilustra la dimensión humanitaria de su misión fue el naufragio del vapor Oravia en 1912. Las hermanas brindaron refugio, alimento y consuelo a los náufragos, demostrando su capacidad para afrontar situaciones extremas. También curaron las heridas y lavaron y plancharon la ropa de los soldados del vapor Canopus, que batalló con un buque alemán en 1919.

En un territorio predominantemente protestante, el compromiso de las hermanas con la difusión y defensa de la fe católica debió mediar, reformular y desplazar actividades y celebraciones para no herir susceptibilidades. También se enfrentaron a los intentos del gobierno británico de incentivar la asistencia al colegio oficial, con el temor de que le quitasen las alumnas y de ser ellas mismas expulsadas de las islas.

Los salesianos fundaron la misión en Malvinas en 1888, visitaron a los católicos irlandeses e impartieron los sacramentos. Se destacó la figura del padre Migone, quien estuvo allí más de 30 años, muchos de ellos en soledad.

Sin embargo, la labor de las Hijas de María Auxiliadora fue una presencia muy significativa para la población: por su llegada a las familias a través de la educación, su colaboración en el hospital cada vez que la situación lo requería y porque en una sociedad con un clima frío e indiferente, ellas aportaron la especificidad del carisma salesiano a través de su amabilidad y alegría.

A través de la mirada y la escritura de estas mujeres, se revela un mundo que, de otra manera, permanecería oculto. La misión salesiana en Malvinas, centrada en la educación y en el establecimiento de vínculos con la comunidad isleña, adquiere una significación especial en el contexto de la disputa de soberanía entre Argentina y el Reino Unido. La obra de Ana María trasciende el ámbito religioso y se erige como testimonio de un ejercicio pacífico de soberanía. La sola presencia de las hermanas, desarmadas y consagradas a la educación, constituyó un desafío silencioso al imperio británico. En conclusión, este libro no solo ofrece detalles vívidos y conmovedores de la historia de las Hijas de María Auxiliadora en Malvinas, sino que aporta una perspectiva única sobre la complejidad de las relaciones entre Argentina y el Reino Unido en el contexto del siglo XX.

La obra de Ana María adquiere gran relevancia, porque facilita el acceso a las fuentes a través de su publicación y realiza una labor exhaustiva de transcripción y traducción del italiano, acompañada de un aparato crítico que contextualiza y dota de rigor científico a la subjetividad inherente a los documentos. Asimismo, la inclusión de un estudio preliminar amplio y profundo, y una biografía de las Hijas de María Auxiliadora y los Salesianos que habitaron la misión de las islas, enriquecen la obra y brindan un marco interpretativo esencial.

Este libro, por lo tanto, constituye un puente entre la intimidad del pasado y la comprensión del presente. Las crónicas históricas, por definición, al ser escritas momento a momento, registran episodios cotidianos que, repetidos en casi medio siglo, hacen la historia. Esto permite a historiadores y lectores en general sumergirse en el microcosmos de la casa de las Hijas de María Auxiliadora en las Islas Malvinas durante la primera mitad del siglo XX, a la vez que ofrece una perspectiva del contexto histórico local y global que facilita la comprensión de las dinámicas sociales y políticas de la época.